La empresa checa Altron presenta centros de datos modulares. Ayudarán en lugares sin infraestructuras suficientes
La nueva generación de centros de datos modulares del taller checo parece casi un contenedor de transporte. Puede construirse en cualquier lugar donde no haya tiempo o posibilidad de construir un centro de datos clásico que requiera mucho espacio. Tienen una vida útil de hasta 20 años, y la tecnología funciona durante unos 10, según CzechCrunch.
La empresa checa Altron presenta centros de datos modulares. Ayudarán en lugares sin infraestructuras suficientes
La nueva generación de centros de datos modulares del taller checo parece casi un contenedor de transporte. Puede construirse en cualquier lugar donde no haya tiempo o posibilidad de construir un centro de datos clásico que requiera mucho espacio. Tienen una vida útil de hasta 20 años, y la tecnología funciona durante unos 10, según CzechCrunch.

Los centros de datos modulares tienen una gran demanda en todo el mundo, por eso Altron quiere centrarse en suministrarlos a países africanos o de Oriente Próximo, donde no hay posibilidades de construir infraestructuras convencionales. Su ventaja es también un plazo de entrega relativamente rápido. Todo el centro de datos se monta en la República Checa y luego sólo se transporta y conecta in situ.
Se trata de la tercera generación de sus centros de datos modulares, que han sido objeto de mejoras técnicas y de un importante cambio estético. El centro de datos consigue incluso reducir el consumo de energía gracias a sistemas fotovoltaicos o a la refrigeración gratuita. Las generaciones más antiguas ya se utilizan, por ejemplo, en el Hospital Na Homolka, y también ayudan al Ministerio del Interior o la Silvicultura de la República Checa. En lugares como aeropuertos, hospitales, puertos o complejos militares, esta solución es muy eficaz.
Los centros de datos modulares tienen una gran demanda
Los centros de datos modulares tienen una gran demanda en todo el mundo, por eso Altron quiere centrarse en suministrarlos a países africanos o de Oriente Próximo, donde no hay posibilidades de construir infraestructuras convencionales. Su ventaja es también un plazo de entrega relativamente rápido. Todo el centro de datos se monta en la República Checa y luego sólo se transporta y conecta in situ.
Se trata de la tercera generación de sus centros de datos modulares, que han sido objeto de mejoras técnicas y de un importante cambio estético. El centro de datos consigue incluso reducir el consumo de energía gracias a sistemas fotovoltaicos o a la refrigeración gratuita. Las generaciones más antiguas ya se utilizan, por ejemplo, en el Hospital Na Homolka, y también ayudan al Ministerio del Interior o la Silvicultura de la República Checa. En lugares como aeropuertos, hospitales, puertos o complejos militares, esta solución es muy eficaz.