Los neurólogos de Hradec Králové crearón una aplicación que evalua la marcha humana. Incluso evalua ligeras desviaciones que pueden decir mucho sobre la salud de las personas con esclerosis múltiple o enfermedad de Parkinson. Los científicos que crearon la palicación obtuvieron el premio checo DIGI@MED, que reconoce a los innovadores checos en medicina.
La aplicación se ha presentado en una caja negra
La pequeña caja negra mide aproximadamente tres por dos centímetros. Así es como se hecho la presentación del sensor de movimiento. La cajita. «Contiene un acelerómetro, un sensor giroscópico y un magnetómetro», describe el dispositivo Oldřich Vyšata, neurólogo del Hospital Universitario de Hradec Králové. El sensor se coloca detrás de la nuca y luego, con sólo dar unos pasos por el pasillo -menos de un minuto de paseo-, se pueden ver los resultados en el teléfono móvil
El sensor muestra, si tus desviaciones en la marcha bilaterales son normales
«Sus desviaciones anteroposteriores y bilaterales son normales. Tienes una frecuencia de pasos en el límite superior de la norma, has caminado bastante rápido», analiza el médico los resultados de la prueba del sensor.
Sin embargo, incluso ligeras desviaciones de la marcha, casi imperceptibles a simple vista, pueden decir mucho a los médicos.
«El seguimiento de la marcha es importante en neurología, ya que las enfermedades neurológicas más comunes, como la esclerosis múltiple o los ictos, presentan alteraciones en la marcha en más del 85% de los pacientes. En primer lugar, es un gran problema para el paciente y, en segundo lugar, también es un indicador importante de la mejora o el deterioro del estado del paciente», explica Vyšata sobre la contribución del centro.
Análisis móvil de la marcha
Vyšata no es sólo un neurólogo. También es doctor en cibernética técnica. Trabaja en este método de evaluación de la marcha con sus estudiantes de la Universidad de Tecnología Química de Praga y con colegas del hospital de Hradec Králové. Ya han resuelto, por ejemplo, dónde colocar exactamente el sensor y cómo analizar los datos con precisión.
«Tenemos una precisión del 95 al 98% para la enfermedad de Parkinson y la esclerosis múltiple. Pero ahora estamos probando una amplia gama de enfermedades neurológicas. Haremos pruebas hasta junio del año que viene y luego la aplicación definitiva estaŕa disponible para los teléfonos móviles y para las consultas de los médicos, los especialistas y los médicos de cabecera», dijo el neurólogo.
Ligeros cambios en la marcha pueden decir mucho
Incluso ligeras variaciones en la marcha, casi imperceptibles a simple vista, pueden decir mucho a los
La aplicación móvil que se está desarrollando podría ser utilizada algún día por los pacientes en su casa. «Puede advertir al paciente sobre el peligro de caída. Si su marcha se deteriora, puede controlar el éxito de la rehabilitación o el tratamiento, y también puede advertirle del empeoramiento de la marcha que requiere un examen médico. Esto significa que, básicamente, la aplicación le enviará a un médico», dice Vyshata.
Patentar algoritmos
Jiří Mošna, del Centro de Transferencia de Tecnología Biomédica del Hospital Universitario de Hradec Kralove, muestra un gran diploma del premio checo DIGI@MED, en el que este análisis de la marcha fue premiado por un jurado de expertos en la categoría de recogida y análisis de datos. Incluía un premio de 100 mil coronas.
Los investigadores triunfaron con su trabajo en el concurso checo DIGI@MED Award. Jiří Mošna, del Centro de Transferencia de Tecnología Biomédica del Hospital Universitario de Hradec Kralove | Foto: Ondřej Vaňura | Fuente.
«También hemos presentado una solicitud de patente mundial al respecto y esperamos que, aparentemente, se patenten los algoritmos que sustentan esta tecnología. Esto confirmará la novedad mundial de la solución», señala Mošna, que esboza otros posibles éxitos futuros.
Pero los investigadores aún tienen mucho trabajo por delante. Actualmente siguen recopilando datos y también están buscando un socio comercial que les ayude a certificar el método para que pueda utilizarse como dispositivo médico. Calculan que esto podría hacerse en dos años.