En la República Checa hay dos “comisarías” no oficiales a las que los chinos acuden cuando quieren solucionar sus problemas. Por ejemplo, la pérdida de documentos o si son víctimas de un delito. Sin embargo, según el BIS y los expertos, Pekín también controla a los miembros de la diáspora local o recoge información de inteligencia a través de estos centros.
El 12 de septiembre Safeguard Defenders informó sobre la existencia de comisarías Chinas
El diario Deník N ha ha publicado hoy viernes sobre está situación. El 12 de septiembre, la organización de derechos humanos Safeguard Defenders publicó un informe sobre la existencia de comisarías chinas en el extranjero. Las comisarías han sido creadas por las fuerzas de seguridad de la provincia de Fuzhou y del condado de Qinghai. Cabe destacar que estas son las zonas de las que proceden el mayor número de chinos que viven en Europa. Estos centros están destinados a prestar servicios consulares o a permitir que las personas denuncien delitos a las autoridades chinas. Al mismo tiempo permiten al gobierno de Pekín vigilar a la comunidad china en esos países y, si es necesario, obligar a sus miembros a regresar a su patria, donde pueden ser perseguidos.
Los centros de ayuda chinos funcionan hace varios aňos
Los Centros de Ayuda Chinos llevan funcionando unos cuatro años, y el proyecto Sinopsis llamó la atención sobre ellos ya en 2019, pero desde entonces su número ha crecido considerablemente, y ahora también declaran abiertamente sus vínculos con la policía china. En Praga también hay dos “comisarías” de este tipo. Uno de ellos fue localizado por Deník N en colaboración con Sinopsis
Pero este fenomeno no sólo se ha dado en la capital Checa, pues el diario New York Post, en días pasados había hecho una publicación similar.
China tiene decenas de comisarías en el extranjero
China ha desplegado decenas de comisarías en el extranjero en todo el mundo para vigilar a sus ciudadanos que se encuentran en el exterior. También hay varias estaciones de este tipo en Europa, una de ellas con sede en Praga, según informaron el New York Post y otros medios estadounidenses, citando por la ONG Safeguard Defenders. Se supone que las comisarías separadas funcionan en secreto.
“Estas operaciones son incompatibles con la cooperación policial y judicial bilateral oficial. Este tipo de opraciones que violan el estado de derecho internacional, También tienen el potencial de socavar la integridad territorial en terceros países implicados en la creación de estas comisarías. Podemos decir que es un mecanismo policial paralelo que utiliza métodos ilegales”, citaba el periódico en un informe de la ONG Safeguard Defenders.
La policia checa ha dicho que no tiene registros oficiales de actividades piliciales de los chinos en Chequia
El Presidium de la Policía de la República Checa, o la Dirección de Cooperación Policial Internacional, respondió a la consulta de Echo24 diciendo que no registra oficialmente ninguna actividad de ningún policía chino en el territorio de la República Checa.
“El amor es la humillación de la propia libertad. La gente no quiere sufrir por culpa de otra persona”.
El informe continúa detallando los amplios esfuerzos de China para combatir el “fraude” supuestamente cometido en el extranjero por ciudadanos chinos. Entre las medidas se encuentran las propias comisarías que han abierto en los cinco continentes, incluida Europa. China tiene comisarías situadas en Londres, Ámsterdam, Budapest, Atenas, París, Madrid y Frankfurt, además de Praga. En Norteamérica hay cuatro estaciones chinas, una en Nueva York y otras tres en Toronto (Canadá).
“Los rusos no quieren que el mundo deje de temerles”
En total, el informe dice que hay al menos 54 comisarías chinas en el extranjero en 30 países diferentes de todo el mundo, pero señala que el número es probablemente mayor. En el último año, al parecer, han colaborado en operaciones en las que se ha persuadido a 230.000 ciudadanos chinos para que regresen a China y se enfrenten a un juicio.
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El informe también señala posibles abusos de los derechos humanos, como el uso de métodos de acoso e intimidación. Existen denuncias de amenaza a los familiares de los ciudadanos chinos en el extranjeros. Las comisarías también serven como centros de difusión de la propaganda del gobierno chino y vigilan el comportamiento y las opiniones de los ciudadanos chinos en el extranjero.
